Monday, November 07, 2016
En Sesquilé la tierra no produce, pero valdrá más
Panorámica del casco urbano desde la torre de Movistar*.
Cortesía: Humberto Martínez |
Hoy el municipio vale $209 mil millones, con la actualización catastral la cifra aumentará significativamente y más comercialmente. El aumento tributario impactará el bolsillo de todos los propietarios.
El inventario físico que inició en septiembre determinará el
valor del metro cuadrado en los diferentes sectores y a más tardar el 10 de
diciembre próximo el Municipio tendrá la cuantificación catastral y el rango de
los avalúos.
El Concejo Municipal tendrá que analizar el impacto del incremento
tributario para determinar el manejo que se le dará a las
tarifas, los plazos y los incentivos para el pago del predial que regirá a
partir de 2017.
“Socialmente habrá un impacto para todos. Tocar el bolsillo
no es fácil, pero la norma es obligatoria. La gente está acostumbrada a que
entre menos pague es mejor, pero a la
hora de vender piden el triple. Es necesario apretar por las condiciones
económicas del Municipio porque esto beneficia los ingresos de recursos
propios”, explicó el secretario de Hacienda municipal, Adrián Rodríguez.
Norma aplazada
Sesquilé lleva un retraso de 12 años en su actualización
catastral, en contra de la Ley 1450 de 2011 que ordena un periodo mínimo de 5
años. Por esta omisión el golpe será más fuerte. La última debió hacerse entre 2008 y 2010, pero ni el entonces (y actual)
alcalde Uriel Robayo, ni su sucesor Ricardo Cortés ordenaron su ejecución para
librarse del costo electoral que acarrea tocar el bolsillo de los
contribuyentes.
Sin embargo, el incumplimiento de esta obligación no puede
tener más plazos, no solo por las sanciones fiscales y disciplinarias, sino porque el Estado le exige a los municipios ser cada vez más
autosostenibles con ingresos propios, situación que se suma al recorte de las
transferencias que el Gobierno Nacional hace para asumir los gastos del
“postconflicto”, así hayan votado “No” en el plebiscito, como en el caso de un
pueblo sin violencia como Sesquilé.
De la papa a las piscinas
climatizadas
Las veredas con mayores cambios en el uso del suelo son
Chaleche, San José y Tierra Negra, donde las parcelas dedicadas al cultivo han
sido sustituidas en la última década de manera voraz por fincas de recreo con
“mansiones” que poseen incluso piscinas climatizadas. Un relevo de campesinos
que se fugan a la urbe en busca del progreso por adinerados que huyen del caos
de la Capital.
El Secretario de Hacienda confirma que el arraigo de los
sesquileños ha disminuido: “pocos quieren cultivar y por el contrario muchos
quieren vender”. Y es que desde que la agricultura dejó de ser sustento y se agravó por la apertura de los Tratados de Libre Comercio las nuevas generaciones no
pueden, por más que quieran, mantener la despensa agrícola que fue Sesquilé
durante décadas con cultivos de cebada, papa, trigo, avena y frutales. ¡Ya
nadie quiere ser campesino, a todos se les exige tener un cartón colgado en casa!
“En Chaleche son contadas las personas nativas, ahora la
mayoría son finqueros. El Plan Básico de Ordenamiento Territorial modificó en
2011 el suelo de esa zona como fincas campestres y hoy el polígono de
afectación es mayor”, indicó el encargado de las finanzas municipales.
Proceso
La Ley determina que el porcentaje mínimo del valor del avalúo
debe ser mínimo del 60% del valor comercial, es decir que el avalúo de un
predio de $100 millones no puede ser menor a $60 millones. El valor del avalúo
será determinado de acuerdo a los datos que arrojen la visita de los
funcionarios del IGAC a cada uno de los predios: inventario físico, verificación
de linderos, modificaciones e incorporaciones en las construcciones, compras,
hipotecas, créditos, vías de acceso, servicios públicos, fuentes hídricas,
zonas de reserva y su comparación con las tarifarias de las tablas
establecidas.