Garabatos

Controlado se encuentra el incendio forestal que se registra desde este miércoles 17 de febrero, en el municipio de Sesquilé y que ha consumido cerca de 40 hectáreas de bosque.
La emergencia se inició a las 6 de la tarde en el sector de El Cajón, en la vereda Espiga
Cerca de 100 hombres, entre Bomberos, Ejército y Defensa Civil, pasaron la noche tratando de controlar la conflagración que esta mañana concentraba tres focos.
"La comunidad también salió a ayudarnos, cortando la vegetación para evitar que se propagara el fuego", dice Jaime Matiz, director de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres de Cundinamarca.
Aunque la zona es un área de poco tránsito, las viviendas más cercanas, a unos 150 metros, tuvieron que ser evacuadas de manera preventiva.
Las autoridades municipales señalaron que se manejan tres hipótesis sobre la causa del incendio: La primera tiene que ver con la fuerte ola de calor que enfrenta la población, pues se han vivido temperaturas hasta de 24 grados centígrados y el promedio no supera los 12 grados centígrados.
La segunda tiene que ver con las fogatas que por estos días prenden los campesinos para mantener el calor en los cultivos de papa durante las heladas de las madrugadas.
La última, que aún no se ha descartado por completo, le atribuye la causa de la emergencia a manos criminales que pudieron haber aprovechado la soledad del sector.
Una importante plantación de pinos y en menor proporción un conjunto de especies de bosque nativo son hasta el momento las pérdidas que ha dejado la conflagración.

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