Friday, November 11, 2016

 

Ciudadanía reclama servicio de motocarros


Los pasajeros observan las normas como absurdas y piden que se acomoden a sus necesidades.


Celestina Zambrano
El lunes de mercado llovió a eso del mediodía y doña Celestina Zambrano, de la vereda Nescuatá, tuvo que detenerse a descansar con sus talegos en el trayecto que debe hacer desde la Plaza hasta el Parque Principal.

La señora se quejó porque los motocarros tienen prohibido recoger pasajeros por el casco urbano y a ella le sale más económica la carrera en esos vehículos que en un taxi. “Es un atropello del alcalde”, dijo coincidencialmente frente a la casa del mandatario, donde escampó.

“Cuando llueve los taxis no dan abasto porque apenas hay ocho y no podemos llamar a un motocarro porque los multan”, dijo otra ciudadana. 
Los turistas, cansados de viajar en taxi, han querido hacer uso de ellos, pero los conductores no pueden prestar el servicio, incluso una mujer en condición de discapacidad le interpuso un derecho de petición a Asotranstominé para poder transportarse en estos vehículos y ni así fue posible.

Asotranstominé se abstiene de servirle a la comunidad porque la resolución municipal (032 de 2014) se lo prohíbe, pero además, según ellos, ha sido malinterpretada por las autoridades porque les han impuesto alrededor de ocho multas de manera injusta: a uno de los conductores por llevar a sus hijos hasta el Colegio Departamental mientras que una buseta de Transcovadonga pasó con 18 para el Cooperativo cuando la Ley exige vehículos de transporte especial para los estudiantes, otra por entrar al interior de una propiedad para descargar un mercado, otra por un supuesto “cambio de ruta” al dejar a un pasajero frente a una empresa de flores, por “salir de la jurisdicción” al usar el retorno de la autopista y, la más reciente, por avanzar un poco entre las calles del pueblo para recoger a un pasajero para que no se mojara porque llovía.



Dentro del casco urbano, los motocarros de Asotranstominé solo pueden cubrir casos de urgencias al Hospital 

¿Atropello?
Garabatos indagó que en realidad la Administración Municipal está cumpliendo al pie de la letra con la Resolución que permitió la operación de los motocarros en agosto de 2014 y que estableció solo cuatro rutas: Boitá, Gobernador, Nescuatá y el sector de La Playa en los horarios de 5:00 a.m. a 9:00 p.m. aunque la tarjeta de operación dice que su radio de acción es municipal e interveredal.

El problema radica en que la Administración anterior permitió las rutas por todo el municipio a pesar de que fue la que elaboró la mencionada Resolución. Sin embargo, por encima de esta norma está el Decreto 4/25 que establece un punto de acopio para este tipo de vehículos en el país, por lo que tampoco podrían prestar el servicio dentro del casco urbano.
Mientras a los motocarros de Asotranstominé le han impuesto 8 multas a 
Transcovadonga le permiten el transporte de estudiantes.

Pelea política
Es un secreto a voces que existe un trasfondo político pues el anterior presidente de Asotranstominé apoyó al candidato rival a la Alcaldía y se comenta también la presunta inconveniencia de que el señor Jesús Sarmiento sea concejal y a la vez presidente de Transcovadonga, lo que al parecer determinaría la presión que las autoridades ejercen sobre los conductores de los motocarros.

Asotranstominé
Giovany Márquez preside la asociación de motocarros desde el pasado mes de abril y asegura que aspiran a cubrir nuevamente las rutas a todas las veredas una vez se modifique la Resolución cuando se renueve la licencia en marzo de 2017.

La empresa mantiene la accidentalidad en cero, está implementando el Plan de Seguridad Vial, todos sus conductores han recibido curso de primeros auxilios y, según Márquez, es la primera empresa certificada por el Sena en alistamiento de vehículos, y la primera de este tipo en Cundinamarca y la tercera en Colombia con placa pública.

$600 mil es el costo promedio de las multas impuestas



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