Wednesday, September 05, 2007
Memorias de otros tiempos, crónicas y genealogías familiares
A raíz de la muerte del sesquileño Maximino Rodríguez Acosta, en 1989, su nieto Julio Ernesto Prieto encontró en su mesa de noche una serie de partidas de bautismo y matrimonio de miembros de la familia que le inspiraron a continuar la investigación para retroceder en sus orígenes. Datos que lo llevaron a descubrir que su abuelo paterno, Justo Pastor Prieto, había realizado un completo árbol genealógico de la familia Prieto Sarmiento, trabajo que desafortunadamente desapareció. Con la complicidad de su prima Tulia Prieto Acosta emprendió desde Bogotá, un viaje a su pueblo natal Sesquilé, cada domingo durante varios meses para recopilar en el Despacho Parroquial los apellidos de varias familias, todas nacidas en Sesquilé: dos ramas de Prieto, dos de Acosta, Rodríguez, Sarmiento, extendiéndose a los Bernal, García, Villalobos, González y otros. La colaboración del párroco Francisco Ferro y sus secretarios Marina Prieto y Aldemar Solano, fueron fundamentales para la investigación. Los datos aportados por Manuel Contreras, Arturo Acosta, las señoritas Inés y Lola Peña, y obviamente los datos suministrados por Alberto Rodríguez enriquecieron la tarea. Descubrieron que todos sus antepasados, nacieron, crecieron, se reprodujeron y murieron en Sesquilé desde 1770 hasta mediados del siglo XX; teniendo parentesco con el primer encomendero Cristóbal Bernal Ortiz. El primero de los Prieto, Lorenzo Prieto Pedraza, proveniente de Guatavita, se estableció en Sesquilé en 1825 con su esposa Bárbara y su hija Carmen.
Entre los miembros de la familia se destaca el abuelo José María “Chepe” Acosta García, nacido en 1849, quien participó en la batalla de Palonegro con sus tres hijos varones, perdiendo a dos de éstos. Se casó dos veces y murió en 1908 a los 59 años. Era propietario de la Hacienda Jiramena donde actualmente vive su nieta Matilde Acosta.
Concluyeron también que tienen parentesco con los ex presidentes Rafael Reyes Prieto y Santos Acosta, primo hermano del bisabuelo de Julio Ernesto. Igualmente pertenecieron a la familia varios abogados como Lisandro Acosta y otros por parte de los García, el eminente médico José del Carmen Prieto Sarmiento, benefactor del Hospital San Antonio de Sesquilé y Diputado de la Asamblea de Cundinamarca; y más recientemente sus sobrinos, Fernando, Alberto y Tulia Prieto Acosta, médico, militar y profesora de la U. Javeriana respectivamente.
Julio Ernesto por su parte como ingeniero civil y propietario de una industria de autopartes contó con una estabilidad laboral favorable para realizar éste trabajo de tiempo y valor económico incalculable que incluyó visitas a parroquias de Bogotá donde fallecieron los que, a raíz de la violencia política de comienzos del siglo XX, fueron desterrados de Sesquilé. El libro está enriquecido con fotografías familiares desde 1889 a 1996 y escudos de los apellidos que Julio Ernesto consiguió en un viaje a España.
Entre los miembros de la familia se destaca el abuelo José María “Chepe” Acosta García, nacido en 1849, quien participó en la batalla de Palonegro con sus tres hijos varones, perdiendo a dos de éstos. Se casó dos veces y murió en 1908 a los 59 años. Era propietario de la Hacienda Jiramena donde actualmente vive su nieta Matilde Acosta.
Concluyeron también que tienen parentesco con los ex presidentes Rafael Reyes Prieto y Santos Acosta, primo hermano del bisabuelo de Julio Ernesto. Igualmente pertenecieron a la familia varios abogados como Lisandro Acosta y otros por parte de los García, el eminente médico José del Carmen Prieto Sarmiento, benefactor del Hospital San Antonio de Sesquilé y Diputado de la Asamblea de Cundinamarca; y más recientemente sus sobrinos, Fernando, Alberto y Tulia Prieto Acosta, médico, militar y profesora de la U. Javeriana respectivamente.
Julio Ernesto por su parte como ingeniero civil y propietario de una industria de autopartes contó con una estabilidad laboral favorable para realizar éste trabajo de tiempo y valor económico incalculable que incluyó visitas a parroquias de Bogotá donde fallecieron los que, a raíz de la violencia política de comienzos del siglo XX, fueron desterrados de Sesquilé. El libro está enriquecido con fotografías familiares desde 1889 a 1996 y escudos de los apellidos que Julio Ernesto consiguió en un viaje a España.
# posted by Aldemar Solano Peña @ 9:26 AM 
