Monday, August 06, 2007

 

El extraño final de Mamanché


Líder de Comunidad Muisca de Sesquilé
Comparaba el mal de la coca que contamina las tierras del Putumayo con los cultivos de flores que hacen lo mismo con el suelo de Sesquilé.

A las 3 de la tarde del sábado 7 de julio el pueblo ya conocía la noticia: Carlos Mamanché había muerto muy cerca de su casa, con el cerebro atravesado por una lezna.
De inmediato miles de rumores comenzaron a circular, así como han circulado desde que comenzó con a formar su comunidad indígena.

Salió de Sesquilé como uno más
Carlos Alberto Mamanché González creció como cualquier sesquileño, en la vereda Boitivá, escuchando de su abuela Vicenta mitos como el de Tres Viejas, de lugares donde asustaban, de un trazado en el cerro donde iba a ser construida Bogotá y recetas de plantas medicinales. Estudió hasta 8º en el Colegio Departamental y en 1987 salió de Sesquilé a emprender nuevos rumbos. Viajó al Putumayo como profesor del FER en las escuelas de San Isidro, Angosturas y La Libertad. En ellas trabajó en la recuperación cultural indígena y su cosmovisión. Con entidades gubernamentales conseguía fondos para dichas comunidades lo que le generó malentendidos con la guerrilla, superados luego mediante el diálogo. Inquieto por los recuerdos de su abuela, se vinculó a las comunidades selváticas en donde le enseñaron, mediante la toma del yage o ayahuasca, (bebida de corteza que produce alucinaciones, diarrea y vómito), la misión como orientador que debía ejercer en su tierra natal. Allá fue gobernador de cabildo durante dos años, en los que gestionó con los Ministerios de Educación y de Ambiente y el programa 'Plante' proyectos ambientales con los que recibieron $56 millones. Dinero que causó discordia en la comunidad y por lo cual sólo tuvo dos alternativas: morir o regresar a Sesquilé para comenzar de nuevo. Embargado de tristeza por dejar su vida, su rango, su maloca y su gente, ahora corrompida por el dinero, volvió a Sesquilé en 1999 con las alas cortadas y sin sentirse capaz ante la apatía de la gente.
¿Medico tradicional o brujo?
Con temor, al ser conciente de los cambios que causaría en la vida del municipio y de los comentarios que generaría, comenzó a conformar su comunidad, fortaleciendo los lazos familiares, recuperando la identidad cultural con trabajo, respeto, igualdad y tolerancia para volver a las raíces de los desaparecidos muiscas. De Luis Chautá obtuvo un lote en el Cerro del Común Indígena, que bautizó Chibchacum en donde construyó una cabaña a manera de granja integral autosuficiente, como sitio de reunión y especie de museo con objetos de Sesquilé y de la selva. A ella trajo colegios y grupos ecologistas de Bogotá para enseñarles y aprender. Llegaron toda clase de profesionales y gente del pueblo. Unos creyeron en su medicina tradicional, otros lo tildaron de brujo, apelativo que recibió sin asombro. Alrededor del fogón convenció a los suyos del emporio que fue Sesquilé y de su pasado glorioso, realizando con antropólogos e investigadores una recopilación de datos llamada “Sesquilé, pueblo de Indios”. Los convenció de no avergonzarse de ser campesinos y de reconocer sus raíces indígenas.
Dejó huella
El primer gran evento que realizó Mamanché y su nueva comunidad fue en 1999, en el recibimiento del nuevo año en la Laguna con ofrendas de maíz e incienso. Aprovechando el amparo de la Constitución de 1991 para las etnias indígenas del país, Mamanché y su comunidad tomaron posesión con personería jurídica el 30 de marzo de 2000 ante el alcalde Luis Hernando Chautá, sirviéndose de la Ley 89 de 1890 sobre cabildos, con lo cual empezaron a gestionar proyectos para pedir recursos del Estado.
Entre el 14 y el 16 de diciembre de 2001 celebraron las Olimpiadas de la Cultura Muisca en la Laguna. Ya establecidos, construyeron un bohío de la extinta cultura muisca llamado 'Cusmui' o casa ceremonial, un temascal de los chichimeca de México, como símbolo de trueque entre culturas, en el que se celebran sanaciones y que tiene como lema “al morir se nace”; un Chunsuá o casa de trabajos comunitarios, y un salón de clases para niños. En ellos le enseñó a la gente a hacer artesanías, tejidos, cerámicas, choculas, pomadas, champú, etc. El 13 de agosto de 2004, Mamanché fue condecorado con la “Orden Civil al Mérito Ambiental” impuesta por “Feambiental” y “Asoeco” (pág. 29). Finalmente el 27 de noviembre de 2006 el Ministerio del Interior les dio reconocimiento como Comunidad Indígena para recibir beneficios como el estrato 0 y la exención del servicio militar obligatorio (pág.85). Entre sus metas estaba la de tomar todo el Cerro del Común Indígena, antiguo resguardo muisca que fue parcelado por el Incora en 1964, a lo que el municipio se opuso pues son tierras de reserva forestal; y con la ayuda de la CAR quería sanar el boquete que los españoles le hicieron a la Laguna.
Su insólito final
Si bien tenía la filosofía de “al morir se nace” (como la mayoría de las doctrinas en el mundo) no dejó de asombrar al pueblo la muerte de Carlos, quien cumpliría 37 años el próximo 4 de diciembre, y a quien muchos imaginaban convertido en un anciano 'taita' sobre todo ahora que la vida parecía sonreírle.
¿Por qué advertía tanto a sus familiares y allegados sobre su muerte?, ¿por qué preguntó días antes en la funeraria las medidas de un ataúd?, ¿por qué cavar su tumba cerca de su casa de la montaña?, ¿por qué atravesar su cerebro con una lesna?, ¿tuvo influencia la cabalística fecha del 7,VII,07?, ¿fue su deseo morir o no?, ¿qué dicen las supuestas cartas que escribió a manera de despedida?, ¿cómo se ejecutó el deceso?, ¿Es verdad que transcurrieron tres horas entre la muerte y el aviso a las autoridades?... son preguntas que muchos se han hecho y que aún se encuentran en investigación por parte de la Fiscalía.
Sus exequias
Fue velado con traje ceremonial blanco, una corona y bastón de mando. Sobre el ataúd una manta caqui con simbologías rojas y atavíos indígenas. Los dolientes danzaron al ritmo de melodías y unidos por la chicha. Contrario a su presunto deseo de ser sepultado en el hueco que cavó, fue llevado al cementerio parroquial, tras una caravana de música y cánticos que partió de su casa paterna recorriendo el centro del pueblo, entre las miradas curiosas de los sesquileños.

Comments:
Buenas noches Aldemar,aquí desde España. Conocí personalmente a Carlos Mamanché, te quería preguntar si finalmente se sabe algo más de su muerte.
 
Las ideas no mueren, Carlos Alberto inicio el camino, alumbro el sendero. En homenaje no solo se le recuerda, se debe dar continuidad al rescate de la Comunidad Mamanche.
 
te extraño, como haces de falta.
 
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