Muchos han visto el crecimiento como persona de Andrés desde que era un pequeño estudiante del Gimnasio Campestre Nuevos Horizontes, como Boy Scout, colaborador en la emisora parroquial y bachiller del Colegio Cooperativo en 2001. Ahora somos testigos de su crecimiento profesional con su partida para Brasil y no precisamente a bailar samba, sino por los méritos que obtuvo al ser extraordinario, es decir al hacer actividades extras de las que le ofrecía la universidad.
Cuando cursaba 4º semestre de Ingeniería Industrial en la Escuela Colombiana de Ingeniería “Julio Garavito”, se vinculó a la AIESEC (Asociación Internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas Comerciales y Afines). Allí se hizo amigo de todo el mundo (literalmente) en eventos de liderazgo, “colgó” su hoja de vida en la Intranet de la asociación, insistió, presentó varias pruebas y entrevistas, volvió a insistir, aplicó para dos pasantías: una en MacGraw Hill de México y Diagnóstica Servicios de Brasil, y en ambas fue aceptado pero Andrés se decidió por la de Brasil por el reto laboral, las garantías y el encanto carioca.
Solucionando en dos días un problema de productividad con la planta de médicos, Andrés le demostró a Diagnóstica su capacidad y fue merecedor, entre 16 estudiantes del mundo, de representar a Colombia durante un año junto a otros tres de Polonia, Perú y Portugal. Tan pronto fue aceptado comenzó clases de portugués al tiempo en que terminaba su carrera.
Con el apoyo de sus padres Edgar y Marlén, Andrés Ávila Niño de 22 años viajó a Brasil para realizar una pasantía durante un año con Diágnostica Servicios, una consultora de diagnósticos patológicos especiales que trabaja con multinacionales como Coca Cola.
# posted by Aldemar Solano Peña @ 9:09 AM