
Cuando el mundo se muere de ser y comienza la guerra por el agua, en éste edén llamado Sesquilé, se siguen cometiendo atrocidades contra las privilegiadas fuentes hídricas. En 2005 la alcaldía autorizó el recebo de una empinada carretera que conduce al Cerro Cruz Verde, con la intención de beneficiar a los agricultores y el traslado de su monocultivo bajo la condición de no extender más el terreno arado y de organizar un acueducto vecinal. Ni lo uno, ni lo otro se cumplió. La gran reserva hídrica que bien podría beneficiar a todo el municipio esta siendo arrasada, frailejón por frailejón, para el beneficio de no menos de diez paperos, de los cuales varios serían de Villapinzón, según algunas fuentes. Los vecinos de la zona baja se quejan por la escasez de agua, cada quien pone la manguera del diámetro que quiera; falta de control que ha llevado a enfrentamientos y amenazas con armas entre cultivadores y pobladores, procesos que ya se encuentran ante la fiscalía.
Si bien el argumento de los campesinos es que de algo deben vivir, está más que comprobado que la extensión hacia los páramos o zonas de reserva de cultivos de papa ya es síndrome de ambición económica y, como si fuera poco, ellos mismos se quejan de la falta de agua en verano… Que bueno sería que durante la Fiesta del Campesino en lugar de “premiar” se educara sobre el manejo de suelos y fuentes.
En visita realizada en compañía de la personera la Car estableció franjas limítrofes para cultivar y ordenó la conformación del acueducto mediante formularios, objetivos incumplidos por la falta de seguimiento de esa autoridad ambiental.
Garabatos fue testigo de la dificultad con la que el conductor de un camión tenía que preparar la carretera con garlanchadas de tierra para poder avanzar cada tres metros.
Al terminar la carretera se divisa el valle de antiguos frailejones remplazados por papa que presuntamente beneficiaría a gente que ni siquiera es de Sesquilé.
# posted by Aldemar Solano Peña @ 9:27 AM